El Sol,
que es la estrella que nos proporciona la vida, también nos la quitará. El
planeta Tierra existe gracias al Sol, el cual dejará de existir. El Sol es
nuestro juez de vida que dictará sentencia en unos miles de millones de años, y
los seres vivos que habitan la tierra sólo tendrá dos opciones: morir o buscar
nuevos planetas habitables. No haría falta irnos a varios años luz de distancia,
ya en nuestro propio Sistema Solar tenemos existen dos lunas habitables por los
humanos para cuando la tierra sea destruida.
Astrónomos
de la Universidad de Cornall en Nueva York dicen que no es necesario irse a
buscar planetas habitables fuera de nuestro Sistema Solar que están a años luz
de distancia, sino que muy cerca de nosotros tenemos dos lunas que podrían
acabar siendo habitables en unos miles de millones de años.
En el momento en que el Sol se convierta
en una gigante roja, la zona habitable que existe en la actualidad, que
comprende la Tierra y Marte, pasará a estar en Júpiter y Saturno. Si bien es
sabido que estos dos planetas son gaseosos, habría que mirar cuáles de sus
lunas tendrían mayores papeletas para albergar la vida, y dos se llevan el
principal premio: Europa (es
una luna de Júpiter) y Encélado (es
una luna de Saturno).
Según el informe presentado por Ramses M.
Ramírez y Lisa Kaltenegger, el planeta Tierra ya ha consumido la mitad de su
existencia en el Sistema Solar, aunque el ser humano sólo ha existido en un
porcentaje minúsculo de este tiempo. Aún así, en vista de que con la tecnología
actual se necesitarían miles de años para llegar a otras galaxias para
encontrar vida, a la humanidad le saldría mucho más rentable lanzar
expediciones en nuestro sistema que irse, por ejemplo, a los confines
desconocidos del Universo.