Millones de personas en el mundo tienen un buen
corazón y quieren ayudar a aquellos que son pobres o que están en algún tipo de
peligro. Pero cuando los hombres
y las mujeres comienzan a seguir a Jesús con seriedad, descubren que en lo
profundo de ellos su visión del mundo está cambiando. Al ver el mundo a través de los ojos
de Dios reconocen que existe una necesidad urgente de cambiar el mundo para que
se haga justicia y la paz se consiga de la manera que Dios desea.
Es fundamental para la fe cristiana saber que Dios desea
un mundo en el que se haga justicia. Sin
embargo, en los últimos cien años se ha puesto de manifiesto la magnitud de la
injusticia en el mundo, de tal manera que la misma ha aumentado más de lo que
nadie había imaginado. Las
fuerzas globales que están profundamente haciendo injusticia han determinado el
destino de las personas más pobres del mundo y estas fuerzas también causan
daños en el medio ambiente del planeta. La
guerra y el sufrimiento ha aumentado de una manera increíble.
La lucha por la justicia y el trabajo por la paz, en
particular para las personas más pobres del mundo, se encuentran en el corazón
de lo que significa ser un seguidor de Jesús. La
buena noticia de la que Jesús vino a anunciar era que el sufrimiento y la
opresión iban a llegar a su fin. Los
cristianos creen que su fe los conduce a ser las personas que van a ayudar a
lograrlo, de tal manera que todo sea dirigido por Cristo.
El desafío que enfrentan los cristianos es llevar una vida
que no se suma a los problemas del mundo. Esto
significa adoptar un estilo de vida simple en el que los recursos del mundo no
se desperdicien, la compra de productos que han sido comercializados de forma
justa, y el cambio de hábitos que dañan el medio ambiente. En las partes más ricas del mundo,
muchos de ellos soportan y dan dinero a las organizaciones que buscan mejorar
las condiciones de las personas más pobres del mundo, para poner fin a los
conflictos, y para preservar el planeta.
La palabra paz se usa en la Biblia en un sentido muy
amplio. Se utiliza en el
bienestar y la salud de las personas, así como para la ausencia de violencia. Los cristianos oran por el fin del
conflicto entre las naciones y religiones. Pero
también están llamados a promover la armonía en sus comunidades, familias y en
cualquier lugar que ellos pueden hacer una diferencia práctica.
Muchos seguidores de Jesús dicen que la búsqueda de la
justicia y trabajar por la paz da a su vida una gran sensación de plenitud. Ellos saben que sus acciones son cada
vez más dirigidas a actuar conforme a los caminos de Dios. Y saben que están haciendo la
experiencia de estar viviendo mejor para todas las personas que Dios ha colocado
cuidadosamente en la tierra.